Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés

domingo, 27 de marzo de 2011

Acoso moral.





Sonó un disparo, suicido su pensamiento, víctima del sufrimiento de antaño.




La influencia que había ejercido en ella se convirtió en algo desolador, desestabilizante a cada segundo,
como la picadura letal de una serpiente que a priori te seduce de la forma más inteligente.

En su primer encuentro con él, la atrajo irresistiblemente, escondiendo bajo su sombra la realidad,
operando por sorpresa, utilizando el secreto como su arma más potencial.

Ella fue transformándose en un espectro de su libertad, inconscientemente, víctima de un timo moral,
confusión de una fuerte dominancia instaurada de manera radical.

Sinuosamente reptaba en lo paradojico del miedo con tendencia a delirar.

A mordiscos la arrancó su independencia en actos de discrimación arrabal.
Ella tan solo era un alter ego, la presa de su agresor, bajo su autoridad.

La estrategia perversa la sometía con nebulosidad, como la serpiente hacia su presa, la tenía que poder controlar.Su víctima ya no era ella, sino un objeto incapaz de actuar, en eso la había convertido a golpe de superioridad.

Servía al poder destructivo, neutralizando el deseo, anulando su especifidad.

Victima de la tensión inquietante, observaba como los demás no captaban el abuso de su integridad, se perdio en la indefensión, su reactancia dejo de participar.
.



Secreto.



Sus mejillas se encontraban en remojo,
sus ojos bailaban en el mar de lágrimas del recuerdo,
y pude observar, como le temblaban las piernas
al encontrarse conmigo.

Sus labios, incapaces de articular palabra,
no hicieron falta para conversar,
iniciamos el diálogo de las miradas,
naciendo a brote sentimientos de reencuentro
incapaces de frenar las ganas.

Prefería el silencio del sentir,
el gesto teñido de complicidad y confianza
que nunca se había borrado,
al ruido de las palabras incordiantes,
sobrantes, en la conexión con mi otra parte.

El resto, fueron espirales de abrazos,
que conversaban con las caricias del alma,
con la intención de hacer un paro en el tiempo,
para disfrutar al máximo de los sentimientos.

.





Y se acercó con la intención de contarme un secreto,
un secreto que yo ya sabía,
nuestro secreto.

Su historia.







"No fui yo, fueron mis ganas, por mas que intente pararme, 
tiraban con fuerzas, retando a un duelo al señor racional. 
Y esta vez, no ganó lo correcto, lo acordado a mis principios,
quiso disparar haciendo trampas  el señor impulso con apellido tentación."

A menudo se engañaba con estos pensamientos cada mañana,
cuando el primer rayo de sol la saludaba por su ventana.
Era todo tan sistemático, tan ordenado, pero tan falto de acentos,
que jugaba con su ilusión, deseos, y sueños,
para recrear lo que imaginaba hacía tanto tiempo.

En realidad, era una loca de la utopía envuelta en su mundo,
donde en cada movimiento observaba pinceladas de belleza,
y fondos pintorescos,
reinventándose historietas que sabía imposibles,
pero posibles en la película de sus sueños.



miércoles, 16 de marzo de 2011

Invisible.



Sorprendentemente al abrir los ojos, me encontré en un lugar nuevo. Era extraño, porque a mi alrededor no había nada pero sentía todo.

Abrí los ojos de la emoción y el sentimiento a la percepción de lo intangible.

Como en un escenario cambiante podía percibir el fluir constante que dibujaban las sensaciones  carentes de toda imagen.

Pude captar el sabor melancólico del intento de un olvido amarrado con fuerzas, como si se tratase de una cadena perpetua. En unos segundos, me invadió la obsesión rumiadora similar al caminante en el itinerario del tiempo perdido.

Los silencios inteligentes, guardianes de impresiones elegantes, me cautivaron, porque fueron capaces de inducirme al juego del carnaval de identidades en el que todos nos encontramos inmersos.

Tal vez, la mentira escondida en la guarida del silencio, me ayudara a comprender  como las palabras son encarceladas porque se tiñen del temor al sufrimiento.

Y la sensación de las entrañas fruto del poderoso sexo me explicase como los pensamientos se alimentan de instintos para hacer surgir a su parte más salvaje perdida en los secretos.


Mientras el tiempo pasaba, conocí mejor la espera inquietante a golpe de aguja de cada minutero.


A menudo, lo invisible, genera una atracción hacia mi curiosidad, dirigida a aquello que no palpamos, lo imperceptible para el ojo humano.


"Solo vemos lo que queremos ver, cuando estamos preparados para verlo" ;)

martes, 15 de marzo de 2011

Tentación.



Seducción coloreada de emociones de riesgo,
incitación a veces de lo más carnal de nuestros deseos.
Prueba confusa entre el quiero y no debo.
Fuego ardiente con la pretensión de un quemo.

Juego perverso entre la alucinación y un sueño.
Rueda perdida por cruzar un sendero.
Invitación sinuosa hacia la espiral de un éxito.
Estimulación inductora hacia un agujero.

Déjame.


Déjame recorrer tus sendas a través del tacto de mis sentidos,
recrearme en el laberinto de tu esencia,
descubriendo los secretos de tu espíritu.
Déjame morderte el alma,
y arrancarte lo infinito,
alimentarme de tu existencia,
crecer sabiendo que estas conmigo.

lunes, 14 de marzo de 2011

Envidia de la lluvia.




Al caer la noche, mientras me hallo sumergida en los sueños de mi mundo,
a la luz del flexo, poco a poco me hago consciente del susurrar melódico del lenguaje de la lluvia.
Con tanta delicadeza es capaz de envolverme, que en cuestión de segundos forma parte de mi esfera momentánea alimentando el fluir de mi pensamiento.
Siempre que escucho a la lluvia, me invade una sensación de reflexión, ya sea acompañada de connotaciones positivas, negativas o incluso desconcertantes, que desemboca finalmente en la relajación de mi esencia.


Observar como una gota de agua recorre su senda en cuestión de segundos es algo que me aficiona, sobre todo a través de los cristales del autobús cuando viajo.
Y ahí, me gusta compararlo con lo efímero de la vida y su culminación en un cambio.

Es tan inestable su naturaleza, tan sorprendente, tan insegura, pero tan arriesgada...

Observar.




Desliz rebelde del rocío,
Fluir constante del mar,
Susurro del viento engreído
por querer arrastrar lo demás.

Mullir del cielo infinito,
Brillantez tímida lunar.
Resplandor del sol escondido
esperando a saludar.

Unión energética constante
influencia recíproca vital.




La alegría de mirar y comprender es el don más bello de la naturaleza. (Albert Einstein)


Introspección.




Invasión de pensamientos guiada por la incertidumbre del ser,
con el fin de crecer.

Invasión de sentimientos, 
encadenados a la sensación de conocer.

Poder introducirnos para analizar
nuestro yo andante y aprender.

Observación de la esencia,
interno procedimiento del querer saber.

lunes, 7 de marzo de 2011

Delirio.


Recurrente, persistente, obsesivo
el deseo en espiral de tu encuentro.
Creencia originada en tu ser, 
contradicción porque te veo y no te veo,
pero te siento.
Confusión con la posible alucinación de un sueño.


Distancia.


Agonía deslizante a brote de dolor.
Invasión recurrente de cadenas irracionales.
Grito del alma por la necesidad incesante
de tenerte a mi lado.
Sendas cristalinas como expresión
de un sentimiento.
Emoción encarcelada por la prisión
del tiempo.

Y mientras, la distancia,
intenta poner a prueba nuestro deseo.

martes, 1 de marzo de 2011

Incontrolable deseo.



Parecía necesitarlo, pero no quería pedirlo,
la incomodaba decirlo porque quería que fuese espontaneo, 
salido de lo mas profundo de su corazón.
Desde que había comenzado a distinguir aquel brillo en sus ojos, 
todo había cambiado cada vez que se encontraban.
Sus emociones parecían escapar;
estaban realizando un boicot contra su razón.
Los deseos hacían florecer su intención.

La luna los observaba expectante.

Había momentos en los que creía perder el control,
pero no sabía si sería correspondida.
Jugaba con sus miradas, 
para ver si era capaz de dibujar su necesidad incesante.
Suavemente, empapada de la mayor delicadeza posible,
rozaba su mano con el cuerpo de su acompañante, 
en un intento de despertar aquello que los dos retenían,
por miedo a no saber cómo ni cuándo hacerlo.

Sin quererlo creaban una atmósfera rebosante de sentimientos.

-Tengo que irme- dijo ella con la voz entrecortada.

-¿No puedes quedarte un momento? - le insistió.

Eran ambos un boceto del Amor, esperando a dar los retoques finales.

-¿Ves las estrellas?, vemos solo alrededor de 2000 de las millones y millones que hay en el universo... aquellas que saben hablar a través de su brillo, son estrellas enamoradas de la luna, capaces de acompañarla todas las noches, algunas en silencio, deseando que la luna las dedique un gesto... Pero no se arriesgan.

Ella pareció entender todo, era como las estrellas, no se arriesgaba, siempre la gustaba tener el camino asegurado... 

Sin pensarlo, adelantó unos pasos, mirándole fijamente, atravesando el magnetismo repartido por sus ojos...

Él, cortésmente, se dejo llevar por la brillantez de sus pupilas.

Tan solo un par de centimetros los separaban.

Perdieron el control,
sus labios se acariciaron, adentrándose en el paraíso de sus sentimientos, 
en la magia de las emociones, lo mas recóndito de los besos.
La pasión se adueñó de ellos.

Comenzaron a dibujar la estructura de un te quiero.